Todos los candidatos son masistas: ninguno ha superado o se opone al horizonte planteado por el MAS
Olvidémonos de
los rostros, de las clases sociales a las que pertenecen y de las siglas que
ocupan, y enfoquémonos solamente en las propuestas de sus programas políticos,
las cuales se manifiestan en la retórica o el discurso de los candidatos: todos
son masistas.
La propuesta
vicepresidencial de Tuto es lo mismo que ya hacía la AGETIC, es decir, no hay
innovación sino una repetición (en forma de plagio) del gobierno digital y
simplificación de trámites.
Todos ahora están
planteando la defensa del litio (o defensa soberana de los recursos naturales):
política completamente masista que además suena como la reivindicación marítima
a cambio de las aguas del Silala de Evo.
Ninguno de los
candidatos tiene una solución estructural a la crisis económica, todos recurren
a la misma “metodología”: créditos o préstamos internacionales, algunos para
pedirle al FMI y otros a prestamistas más moderados.
Todos proponen la
cooperación entre Estado y empresarios. Aquí yace una de las evidencias de que
existe racismo en Bolivia: si los intereses socioeconómicos de las burguesías nacionales
estaban sumamente protegidos y fomentados por el gobierno del MAS, ¿por qué se
le opusieron hasta bajar al presidente que mejor implementó las políticas neoliberales?
Samuel(litio) es vicepresidente
de la Internacional Socialista para América Latina y el Caribe, similar al
Grupo de Puebla del que Evo Morales, García Linera, Luis Arce y David
Choquehuanca (junto a Lula, Dilma, Correa y Mujica, entre otros) aparecen como
miembros fundadores.
Las propuestas
sobre educación son paupérrimas pero enmarcadas en lo que ya hacía el
ministerio de educación: magisterio intocable y una tímida actualización de la malla
curricular.
Igualmente las
propuestas sobre salud no reforman ni por asomo la estructura burocrática y
capitalista de la salud pública, de hecho, el MAS fue el más osado en intentar
implementar (en dos ocasiones) la socialización de la medicina.
A nivel
folklórico, Samuel y Manfred son la expresión exacta del funcionario público
que añoraba el MAS, trilingüe: castellano, inglés y quechua (o aymara) pero al
nivel más básico posible. El pasado sábado Samuel conmemoraba en Bolivisión a
Bartolina Sisa y Juana Azurduy en frases genéricas y simplonas casi como
Linera.
Todos hablan de
bienestar social dentro del marco de la socialdemocracia, lo cual era el
pretexto del MAS para justificar el favorecimiento a la agroindustria y a las burguesías
intermedias. En resumen, a nivel retórico, ninguno ha podido salir del marco
planteado por el MAS (posiblemente al MAS le ha sucedido algo parecido que al
peronismo: convertirse en la fuente de la que todos beben).
La única
diferencia sustancial entre las propuestas es la privatización de las empresas
estatales (como MiTeleférico, Entel, electricidad, gas y agua) versus la
preservación pública de estas con el mantenimiento de tarifas mínimas.
Con esto no se
pretende afirmar que el bloque Samuel-Tuto-Manfred es lo mismo que el bloque
Andrónico-Jhonny-DelCastillo, sino que el bloque de derecha es tan carente de
ideas que no es capaz de proponer algo nuevo y diferente al país; excepto por
la privatización de empresas estatales, su “proyecto” se resume en hacer lo
mismo que el MAS ya hacía y venderlo
como si fuera cosa nueva.
__________
*Escrito por
Javier García Bellota, enviado a la Escuela Crítica de Filosofía Política y
publicado el 04 de agosto de 2025.
**Fotografías
tomadas de las redes sociales de los candidatos y del portal de El Deber.
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